- Eduardo Serrano Vega
Berlin! Donde las calles hablan mil idiomas y la mu

Me encontraba en el aeropuerto Juan Santamaría en Costa Rica un seis de Junio del dos mil dieciocho, todo parecía normal para muchos que ya habían vivido la sensación de volar, para mi no era esa misma sensación.
Era mi primer vuelo y vaya viaje me esperaba ya que debía cruzar el Océano Atlántico, lo del Océano me encanta, pero era mi primer viaje en avión. Ya una vez en el avión todo se volvió oscuro, lleno de sentimientos encontrados por que dejaba mi país y me dirigía a lo desconocido lo que solo veía por televisión.
Luego de horas de viaje arribamos a Frankfurt donde rápidamente abordamos el vuelo para Berlín nuevamente la sensación de volar volvió a mi vida, pero esta vez mucho más feliz, claro con una experiencia previa de 12 horas de viaje ya estaba un poco cansado.
Ya una vez en Berlín iniciaban mis primeros pasos en una ciudad tan gigantesca y llena de tanto por hacer.
En estos tres primeros meses he tenido un sinfín de experiencias, con altos y bajos, momentos de inseguridad en un país totalmente diferente al que he estado acostumbrado en mis veinticinco años. La experiencia a sido muy positiva he podido vivir en diferentes partes de Berlín y conocer personas muy amables, así como en el camino he tenido personas no tan amables.
En las primeras semanas viví con una familia asombrosa los Batke son increíbles y me recibieron de una manera tan asombrosa. Ser parte de esa familia me hizo entender como funcionan algunas cosas aquí en Alemania. Algo tan simple de como usar la maquina de lavar platos o hasta como usar el servicio sanitario.

Todo ha sido un mundo nuevo para mi, cada situación cada momento es nuevo. Lo disfruto y trato de aprender lo más que puedo, en ocasiones la gran ciudad me envuelve y las noches se vuelven largas y cansadas. Las mañanas un poco mas tediosas y los trenes llenos de emociones por un día nuevo; si que se llenan los trenes en las mañanas creo que en invierno un viaje en tren con tantas personas será una experiencia muy agradable ya que estaremos un poco más calientes aunque muy cerca uno del otro, cosa que a mi no me molesta mucho pero aquí en Alemania no es muy común.
Luego me mudé a Neukölln en Berlín un lugar que realmente es muy bullicioso es aquí donde me di cuenta que las calles realmente hablan mil idiomas, aquí puedes escuchar un sinfín de idiomas mientras caminas por una calle en resumen las calles tienen tanta vida en esta parte de Berlín que me quede asombrado.
Aquí hay mucho movimiento y los vecinos me contaban que se mueve muchas bandas dedicadas a la venta de drogas y algunas otras cosas no tan buenas.

Actualmente vivo en Wedding es una comunidad a treinta minutos de la oficina y es un buen lugar lo que me gusta es que el apartamento lo comparto con un chico de Irak y otros tres chicos Alemanes. Creo que será un buen tiempo con ellos y aprenderé mucho. Las experiencias continúan viniendo mas y mas a mi vida, aprovecharé cada oportunidad para poder crecer como persona.
Por el momento la vida continua aquí en Berlin con el voluntariado en la oficina de VISIONEERS e. V. donde he tratado de dar lo mejor de mi en medio de esta adaptación que no es muy fácil para un joven que vivió toda su vida en una ciudad muy pequeña del Pacifico Central de Costa Rica y que no estaba acostumbrado a lo que realmente es una ciudad como Berlin.
Con los jóvenes refugiados me ha ido muy bien, aunque yo no tenga una buena comunicación en Alemán, nos entendemos por ese afecto que mostramos por esa sencillez y humildad que les trasmito y es así como solo en tres meses he podido establecer relaciones un poco más profundas. Por esa parte estoy muy feliz de saber que de una u otra manera he podido dar algo aun sabiendo que mi situación es algo parecida a los refugiados ya que muchos de ellos no tienen sus familiares en Alemania y viven solos en medio de esta jungla de concreto como suelo llamar a Berlin.
Continuo mi adaptación en la vida diaria de una ciudad donde el arte y la cultura se enamoraron por siempre, donde las calles hablan mil idiomas donde cada sonrisa tiene un valor muy grande. Aquí una sonrisa puede cambiar el día puede transformar el ambiente y hasta puede generar un caos por ser tan inusual todo esto en un marco de respeto, amor y compresión unos por otros.
Agradezco por medio de este reporte a las personas que me han apoyado y les insto a ser parte del cambio en un mundo cargado de ambiciones donde no importa que pase con la otra persona por que lo que les importa es solamente sus vidas y no dan nada a cambio. Seamos una pieza mas del rompecabezas mas multicolor del mundo con formas muy inusuales pero que cada una es importante para armar un mejor mundo.