- Elisabeth
ESK en Polonia - Planificación de un festival en Rabka

Dicen que todo lo bueno viene de tres en tres. Así que terminé mi año sabático con un tercer proyecto de voluntariado del CES (Cuerpo Europeo de Solidaridad).
Pero este proyecto era diferente a los anteriores, porque éramos unos 30 voluntarios de España, Grecia, República Checa, Francia y Alemania. Vivíamos todos juntos en un viejo hotel de una pequeña ciudad llamada Rabka, cerca de Cracovia. Allí planeamos un Festival de la Juventud para los jóvenes de Rabka. Como Rabka es una ciudad con muchos niños, nuestro objetivo era mostrar a los jóvenes que también hay ofertas para ellos que les dan una perspectiva en la pequeña ciudad y les informan e inspiran sobre diferentes temas.
Este proyecto es un equipo del CES, lo que significa que usted forma parte de un grupo de 30 voluntarios y sólo apoya el proyecto durante un máximo de 59 días. Así que sólo estuvimos en Polonia unas 6 semanas, pero podemos experimentar todos los equipos del CES que queramos.

En la primera semana, participamos en talleres sobre temas como la educación no formal o el desarrollo de un Escape Room. Luego recogimos ideas que se ajustaran a las necesidades de los jóvenes, como talleres de educación sexual o de sostenibilidad. Luego nos dividimos en grupos según nuestros intereses. Formé parte del grupo de sostenibilidad y del grupo de salud mental.
Luego pasamos a desarrollar los eventos. En el grupo de sostenibilidad, desarrollamos un Escape Room en el que los participantes de 2050 tenían que viajar al pasado y al presente y encontrar soluciones sostenibles para salvar el futuro. En el grupo de salud mental, organizamos una biblioteca humana, lo que significa que encontramos personas de nuestro equipo que querían hablar de temas delicados como la depresión o los trastornos alimentarios. Así, los participantes podían reservarse un libro durante un tiempo determinado para aprender más sobre ese tema.
El festival tuvo lugar la semana pasada. Por desgracia, no tuvimos tantos participantes polacos porque era la primera vez que se realizaba el proyecto, deberíamos haber hecho más publicidad y realizamos el festival durante la pandemia. Sin embargo, fue muy divertido porque pudimos visitar los eventos de los demás voluntarios.

En resumen, fue una experiencia muy intensa que me hizo madurar mucho personalmente. Tuvimos una dinámica de grupo maravillosa y pudimos hablar de todos los temas, desde la sostenibilidad hasta las relaciones abiertas, pero sin atacar a la otra persona ni sentirnos heridos. Siempre tenías que reflexionar sobre tus propias opiniones y relacionarte con todos los demás personajes sin prejuicios. Además, también aprendí muchas habilidades, por ejemplo, cómo desarrollar un Escape Room.
Y lo mejor sigue siendo que conocí a gente increíblemente buena de toda Europa que me visitó y me mostró lo que significa tener una identidad europea.
