Lejos del hogar

Hola, mi nombre es Brenda y soy de Costa Rica, tengo 25 años. Este voluntariado en Alemania es algo con lo que siempre he soñado desde niña, poder ayudar en algún otro lugar fuera de mi país natal. Por años estuve buscando alguna organización para poder irme sola, pero nunca tuve éxito o tal vez, nunca me animé. Hasta que gracias a un amigo escuché de Visioneers y desde ese momento solicité información y menos de un año después, llegué a Alemania. El proceso para mi fue bastante rápido y bonito, me gustaban mucho las reuniones y escuchar las experiencias de los voluntarios.

El día que venía en el vuelo lloré casi la mitad jaja, pensaba muchas cosas, extrañaba ya a mi familia, la comida tica, pero tiempo después pensando, también estaba muy feliz por mi porque estaba cumpliendo uno de los tantos sueños que tengo. Cuando llegué a Alemania, a la casa donde iba a vivir y entré a mi cuarto, volví a llover, tuve muchas emociones en ese momento que ahora no puedo descubrir, una nueva etapa estaba comenzando.

El primer mes en Alemania fue bastante movido, muchos trámites por haber, el banco, anmeldung, la tarjeta de transporte, algunos días salía a conocer nuevos lugares con los voluntarios viejos y nuevos. Todavía febrero era invierno, hacía mucho frío y mis manos siempre estaban rojas.

En marzo ya podía movilizarme yo sola en el transporte que al principio me daba mucho miedo porque no entendía nada y cada día disfrutaba más mi trabajo y mi día a día en este nuevo país (para mi). Luego llego la primavera y con esto mi alergia al polen (no sabía que tenía), sin embargo este clima me gusta mucho, ver los árboles rosados, de colores, el sol que se va hasta después de las 9 de la noche, los parques llenos de gente feliz escuchando música y disfrutando con la familia o amigos.

Estos casi 4 meses que llevo viviendo en Berlín he aprendido muchas cosas, a seguir luchando por mis sueños cueste lo que cueste y ser feliz con la mínima cosa que sea. Extraño mucho a mi familia y amigos, pero todo ha sido una maravillosa experiencia que recordaré el resto de mi vida.