María Laura Calderón
Situación de la caficultura en Costa Rica.
A finales del siglo XVIII se introdujo la actividad cafetalera en Costa Rica, siendo el primer país centroamericano en establecer esta industria, esta actividad conforme pasa los años experimenta una gran evolución, donde tiempo después ayuda al crecimiento social, económico y cultural de los ciudadanos costarricenses. Incluso, consumidores internacionales confirman que el café costarricense es uno de los mejores del mundo, con un cultivo de origen Arabica de las variedades Caturra y Catuaí que se cosecha en suelos fértiles de origen volcánico.
Existen ciertos aspectos en la historia del café en Costa Rica que es importante mencionarlos, el Instituto del Café de Costa Rica (s.f) afirma:
El padre Félix Velarde se asigna como el primer sembrador de café, quien en 1816 afirma que posee un solar con plantas de café.
Los lugares alrededor de los cuales se hicieron las primeras plantaciones, se caracterizaban por suelos de origen volcánico, sumamente fértiles.
Los Jefes de Estado don Juan Mora Fernández y don Braulio Carrillo apoyaron la actividad cafetalera y vieron en el café el producto que generaría un movimiento económico para beneficiar nuestra economía y que permitió el desarrollo económico y social de Costa Rica..
El Jefe de Estado pensaba que el Gobierno debía dirigir la política cafetalera y encargarse de buscar mercados y que el más importante era el inglés.
Transcurrieron varios años para que Costa Rica consolidara la siembra del café como producto de exportación, es en 1832 donde se realiza la primera comercialización de café hacia el exterior dando inicio al desarrollo de esta industria que a lo largo de los años ha aportado en la tasa de crecimiento económico de Costa Rica, incluso, el café es uno de los productos de exportación más valiosos en Costa Rica, es decir que genera un alto nivel de ingresos al país.
Es importante destacar que la actividad cafetalera en Costa Rica ha tenido un alto impacto en el desarrollo, convivencia y paz de este país centroamericano, ya que desde que se empezó con la exportación, la entrada de divisas ha permitido llevar a cabo distintos proyectos, como por ejemplo el desarrollo de la banca.

Desde los inicios de esta actividad el Estado se encarga de intervenir en su regulación, es por eso que en 1930 se crea un instituto específicamente para esta industria, el cual es llamado hoy en día el Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE), dicho instituto supervisa la relación productores,
exportadores, beneficiadores y Gobierno, cabe destacar que el caficultor está totalmente respaldado por esta organización y se encarga de verificar que el mismo, reciba un trato justo respecto a su trabajo como agricultor, la labor del caficultor es fundamental ya que deben de recolectar el café grano a grano.
Por consiguiente, los productores agrícolas alrededor del mundo tienen que enfrentarse a diversas adversidades que afectan desde su producción hasta su calidad de vida, lamentablemente la actividad cafetalera y Costa Rica no es la excepción. En este sentido, en Costa Rica hay más de 30.000 caficultores, por ende, más de 30.000 familias que dependen de esta actividad, Madrigal, L. (2020) afirma

La actividad cafetalera beneficia en la actualidad a 38.804 familias productoras en ocho regiones del país ubicadas en el Valle Central, Tres Ríos, Turrialba, Brunca, Guanacaste, Tarrazú, Orosí y Valle Occidental que suman en total 93.697 hectáreas, lo que representa un 1,8% del territorio nacional. (párr.10).
Dentro de estos caficultores (as), se encuentran costarricenses, personas migrantes e indígenas que observan en la recolección del café el sustento para ellos (as) mismos y sus familias, Loría, R. (s.f) confirma “en este siglo y el anterior, Guatemala, El Salvador y Costa Rica recurrieron a la mano de obra indígena, fundamentalmente.”(p.1) Asimismo, “En las décadas recientes, la disponibilidad local de recolectores no ha sido suficiente, debiendo las cafetaleras depender de una fuerza laboral extranjera.”(p.1) Ahora bien, a pesar de que esta industria a lo largo de los años ha tenido una gran trascendencia como actividad económica, desarrollando y aportando en la calidad de vida de los costarricenses, indígenas y migrantes así como para el desarrollo social, cultural, educativo y económico de Costa Rica, también ha presentado en las últimas décadas dificultades tanto para la producción como para los caficultores.
Lamentablemente, variantes externas al país, como el cambio climático, plagas, enfermedades y disminución del precio internacional han afectado la producción de café en Costa Rica, por ende, no permite que los productores puedan mantenerse en esta actividad. Tye, S. y Grinspan, D. (2019) afirman “Los productores ya están sintiendo los impactos del cambio climático, como la propagación de enfermedades fúngicas entre sus cultivos y ciclos de floración erráticos.” (párr. 2) por otra parte, Guido, F. y Castro, S. (2007) mencionan que:
Costa Rica ha sufrido históricamente los vaivenes de los precios internacionales de ese grano. A diferencia de otras crisis cafetaleras, un descenso predominante de los precios del café entre 1999 y 2005 ocurre en una coyuntura particular de incertidumbre en ciertas ramas de la economía nacional. Acostumbrados a hacerle frente a la sempiterna inseguridad de la producción agrícola, los pequeños y medianos productores de café siguen una tendencia reconocida a nivel mundial: paulatinamente abandonan aquella actividad que les produce pérdidas. Sustituir un cultivo por otro o acercar al núcleo familiar nuevas actividades económicas son transiciones que caracterizan el modus vivendi de muchos productores agrícolas en el país. (p.1)
Ante estos trágicos escenarios que han estado viviendo los productores, muchos de ellos se han unido junto con el Gobierno, empresas y sociedad civil para lograr adaptarse al cambio climático con distintas estrategias como por ejemplo la coordinación con el ICAFE a sistemas de alerta temprana para proteger contra plagas y enfermedades, asimismo han buscado menores costos de producción para no obtener perdidas ante la caída del precio por libra de café, sin embargo la afectación hacia la cosecha ha sido notable para muchos productores costarricenses, ya que Calderón, M. (2016) (como se cita en Arguedas, D. 2016) menciona “Hemos bajado nuestra producción de café por hectárea por maduración temprana del fruto y por las enfermedades”. (párr.1)

Ahora bien, existen otros tipos de dificultades que provienen de factores internos a nivel país, como las condiciones laborales y sociales de los caficultores, en este artículo me situare en una región en específico con el fin de exponer datos ya comprobados, la cual es la zona de los Santos región que produce aproximadamente el 30% del café de exportación y compuesto por tres cantones Tarrazú, Dota y León Cortes, en este sector del país, la mayoría de mano de obra es extranjera donde lamentablemente es motivo para que las condiciones de los mismos, no sean las mejores, Loria, R. (s.f) afirma “la recolección del café depende mayoritariamente de mano de obra extranjera, demanda solventada por nicaragüenses e indígenas panameños cuya inserción al mercado laboral cafetalero ha sido marcada por una segmentación étnica, como justificación de la precariedad laboral y el trato desigual.” (p.3) Las condiciones que viven estas personas y sus familias durante su inserción en la cosecha no corresponden a lo que llamamos digno para un ser humano, a continuación, presento algunos datos recopilados por Loria, R. (s.f) de las circunstancias en las que se han encontrado caficultores en esta región, cabe destacar que corresponden a trabajadores pertenecientes a una fuerza laboral temporal:
La población trabajadora temporal oscila entre 10 a 12 mil personas y equivale a un incremento de un 35% de la población local residente. Del total de población inmigrante, 58% es ngöbe (la mayoría de origen panameño), 22% nicaragüenses y 20% costarricense
La recolección se realiza de lunes a sábado en jornadas de 6, 8 y hasta 10 horas. En períodos de alta maduración se trabaja sin descanso.
Un censo en el 2005, se determinó la existencia de unos 1100 albergues en un poco más de 500 fincas, con disposición insuficiente e insalubre de los servicios: sólo 38% 5 con agua potable, más del 50% de los albergues en mal estado y con hacinamiento mayor de 3 personas por habitación,79% sin manejo de desechos sólidos.
Las observaciones ergonómicas realizadas durante las labores de recolección del grano y el traslado de sacos de café mostraron situaciones de tensión muscular, esfuerzo estático, repetitividad, torsión de tronco y cuello y cargas excesivas las cuales se asociaban a malestares de tensión y torsión muscular.
Los impactos negativos para la salud personal, familiar y de los grupos laborando en una misma finca estuvieron relacionados con las extensas jornadas laborales, el mal estado de los albergues y la carencia de servicios básicos, el hacinamiento y la falta de privacidad, el mal trato por parte de los patronos, la mezcla forzosa de cuadrillas distintas de trabajadoras/es, la cultura conservadora local y la discriminación hacia los extranjeros, la ausencia institucional, el trabajo infantil y el cuido de niñas/os en albergues, el pago desigual y el abuso e irrespeto a las mujeres, entre otros. (p.2 y 3).
Es evidente, el arduo trabajo que aún queda por hacer, para lograr las condiciones dignas y seguras de los y las caficultoras, esto por parte del Gobierno y demás entes, así como de los productores y otros actores de esta cadena de comercialización, los cosechadores merecen un entorno agradable y confortable donde puedan realizar sus labores independientemente de su nacionalidad, grupo étnico u otro factor.
Referencias;
Arguedas, D. (2016) Caficultores de Costa Rica enfrentan cambio climático con ciencia. Recuperado de https://www.elpais.cr/2016/10/02/caficultores-de-costa-rica-enfrentan-cambio-climatico-con-ciencia/
Guido, F. y Castro, S. (2007) Crisis cafetalera y condiciones de vida. Pequeños y medianos productores de café en San Ramón, Alajuela, Costa Rica. Recuperado de file:///C:/Users/Jp/Downloads/4094-Texto%20del%20art%C3%ADculo-6383-1-10-20121205.pdf
Instituto del Café de Costa Rica (2020) Informe sobre la actividad cafetalera de Costa Rica. Recuperado de http://www.icafe.cr/wp-content/uploads/informacion_mercado/informes_actividad/actual/Informe%20Actividad%20Cafetalera.pdf
Instituto del Café de Costa Rica (s.f) Historia del café. Recuperado de http://www.icafe.cr/nuestro-cafe/historia/
Loria, R. (s.f) LA RECOLECCIÓN DEL CAFÉ, UNA LABOR POR VISIBILIZAR. Recuperado de https://oiss.org/wp-content/uploads/2018/11/7-4-Recoleccion_cafe.pdf
Madrigal, L. (2020) Producción de café de Costa Rica creció 12%. Recuperado de https://delfino.cr/2020/03/produccion-de-cafe-en-costa-rica-crecio-12
Tye, S. y Grinspan, D. (2019) Innovación y preparación: La respuesta de caficultores costarricenses a los desafíos del cambio climático y la competencia en los mercados. Recuperado de https://www.wri.org/blog/2019/09/innovaci-n-y-preparaci-n-la-respuesta-de-caficultores-costarricenses-los-desaf-os-del
Imagen de portada: Imagen con fines ilustrativos. Elaboración propia/La República
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