Antes del viaje

Antes de mi viaje, me encontraba en un gran caos emocional. En parte, estaba bastante nervioso y ansioso por mi viaje a Alemania. Nunca antes había viajado solo y tampoco había volado. A pesar de ello, estaba feliz y emocionado por conocer Alemania durante mi año de servicio voluntario.

Mi madre organizó una fiesta de despedida y cumpleaños anticipada para mí, lo cual me dio mucho ánimo al ver cuántas personas me apoyaban. Invitó a mis amigos y a mi familia. Nos encontramos en la plaza de nuestro pueblo, comimos pizza y disfrutamos juntos de nuestro tiempo restante.

En camino

Sin embargo, durante mi viaje, muchas cosas salieron mal. Al principio, no sabía a dónde llevar mi equipaje ni dónde subir al avión, ya que nunca antes había volado. Así que pedí ayuda a una empleada en el aeropuerto. Le conté que era mi primer viaje, y afortunadamente, reaccionó con mucha comprensión y me explicó todo con detalle.

Mi primer vuelo fue a Ciudad de México. Desde México, debía tomar otro vuelo a Frankfurt y, finalmente, aterrizar en Berlín. Sin embargo, surgieron complicaciones. Mi conexión en México se retrasó, lo que resultó en la pérdida de mi vuelo en Frankfurt. Lo peor fue que, en Frankfurt, la policía me detuvo debido a problemas con mi visado. Después de una verificación de documentos, con el apoyo de VISIONEERS, finalmente se me permitió continuar. Sin embargo, mi maleta no logró el vuelo de conexión, así que pasé el primer día en Berlín sin mis pertenencias. Al día siguiente, apareció, y todo terminó saliendo bien.

A pesar de los problemas, el viaje fue una gran desafío no solo por las complicaciones, sino también porque viajé solo a un país desconocido sin entender ni hablar el idioma. Además, vengo de un pequeño pueblo, por lo que el tamaño de los aeropuertos también me resultó abrumador.

Lo que VISIONEERS significa para mi

Como pasante en una cálida y amigable organización benéfica cristiana que ofrece cursos de integración para niños migrantes no acompañados, he experimentado de primera mano cómo sus miembros ponen en práctica su fe. He sido testigo directo de los impactos positivos que esta organización tiene en la vida de algunos de los jóvenes más marginados de nuestra sociedad, y me maravillo ante los esfuerzos incansables de los empleados y voluntarios que trabajan arduamente para brindarles la ayuda que necesitan.

Al llegar a un nuevo país, los niños migrantes no acompañados enfrentan desafíos especiales. Muchos han huido de sus hogares debido a peligros, pobreza o persecución. Es posible que estén lidiando con las secuelas de una pérdida o trauma, y deben aprender un nuevo idioma y estilo de vida. Los programas de integración de nuestra organización tienen como objetivo proporcionar a estos niños un apoyo inicial para comenzar de nuevo en un nuevo país.

El trabajo de VISIONEERS

La enseñanza de idiomas, el conocimiento cultural y el desarrollo de habilidades de vida fundamentales, como la capacidad de mantener un trabajo o administrar las finanzas personales, son solo algunos de los muchos aspectos que abordamos en nuestros programas de integración. Para asegurarnos de que los jóvenes tengan acceso a las herramientas necesarias para su éxito, VISIONEERS colabora estrechamente con personas que aportan diversos antecedentes y habilidades, creando así una red de apoyo integral.

VISIONEERS es único porque nos esforzamos por poner en práctica nuestras creencias cristianas en todo lo que hacemos. Nos esforzamos por tratar a cada niño con amabilidad, dignidad y respeto, reconociendo que es un regalo de Dios. Aunque nuestros empleados y voluntarios provienen de diversas creencias y tradiciones culturales, todos nos hemos comprometido a seguir el ejemplo de Jesús y ayudar a las personas necesitadas.

Una reflexión sobre el proyecto: Los 17 objetivos de la ONU y nuestro proyecto “¡NO POVERTY!”

– Debate sobre la Agenda 2030 y los 17 objetivos de la ONU para la “transformación global” con alumnos de colegios berlineses

Peter Drucker, el famoso escritor y economista estadounidense, dijo una vez: “La mejor manera de predecir el futuro es darle forma”, y este se ha convertido en mi lema de vida. Sin embargo, no soy la única que cree en esta frase, porque en 2015 todos los países de las Naciones Unidas adoptaron la Agenda 2030 y sus 17 objetivos de desarrollo sostenible (“Sustainable Development Goals”, SDG).

¿Qué son exactamente los “SDG”?

¿Y por qué son importantes para mí personalmente? ¿Y qué podemos hacer para contribuir? – Estas son las preguntas a las que responderemos en esta breve entrada de blog. Si he captado tu atención: Sigue leyendo.
Para alcanzar los SDG, creo que necesitamos naciones fuertes y comprometidas. Como sociedad, debemos ser conscientes de los retos que tenemos por delante. Tenemos que pensar en las consecuencias de nuestros actos y sentirnos responsables de hacer del mundo un lugar mejor, ¡todos y cada uno de nosotros! La educación es, por tanto, un punto importante. Si se utiliza correctamente, la educación es la mejor arma que hay.
Por este motivo, este año hemos organizado talleres escolares como parte importante de nuestro proyecto de los SDG de la ONU. En VISIONEERS organizamos en julio un taller de formación de formadores para enseñar a jóvenes como formar a jóvenes en seminarios interactivos sobre temas de política de desarrollo. Después invitamos a los voluntarios a aplicar sus conocimientos sobre los SDG y sus nuevas habilidades como formadores en talleres en nuestras escuelas asociadas de Berlín. Yo fui una de estos voluntarios y en los últimos meses aprendí mucho sobre los SDG de la ONU y pude transmitirlo a los estudiantes y despertar interés por los temas de política de desarrollo y compromiso.

¿Qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG)?

En 2015, todos los países del mundo adoptaron conjuntamente un “Tratado sobre el Futuro del Mundo”. Con este tratado, los Estados se comprometen a garantizar una vida digna para todas las personas hasta el año 2030. Por ejemplo, se pretende acabar con la pobreza, el hambre, el sida y la discriminación de mujeres y niñas. El tratado, también conocido como Agenda 2023, contiene 17 objetivos que comprenden 169 subobjetivos.

¿Por qué son importantes para mí como individuo?

Los objetivos nos conciernen a todos, ya que pretenden garantizar un futuro digno de ser vivido para todos… pero esto sólo puede lograrse si todos participamos. La Agenda, con sus 17 objetivos, es universal y exige a todos los países y naciones, tanto industrializados como en desarrollo, que actúen. Esto garantizará que nadie se quede atrás. Todos debemos unirnos -gobiernos, sociedad civil, científicos, académicos y el sector privado- para construir juntos un futuro mejor.

Unterstützung und Workshops in der Willkommensklasse

Kinder und Jugendliche, die nach Deutschland kommen und kein bzw. wenig Deutsch sprechen, werden in der Schule meistens nicht direkt in Regelklassen zugeteilt, sondern sollen in Willkommensklassen auf den Übergang in eine normale Schulklasse vorbereitet werden. Dabei steht natürlich die Vermittlung der deutschen Sprache im Vordergrund, wichtig sind aber auch Grundkenntnisse in anderen Fächern wie z. B. Mathematik.

Ich selbst helfe im Rahmen meines Bundesfreiwilligendienstes regelmäßig, sofern die Schulen geöffnet haben, in einer Willkommensklasse an der Sophie-Scholl-Schule und unterstütze dort die Lehrerin Frau Schneidereit bei ihrem Unterricht. Die Schulnachhilfe wird in Kooperation mit dem Projekt Corporate Volunteering durch die Senatsverwaltung für Bildung, Jugend und Familie und die Stiftung Pfefferwerk gefördert. Da Frontalunterricht aufgrund der unterschiedlichen Sprach- und Lernniveaus kaum möglich ist, bekommen die Schüler*innen individuelle Aufgaben. Dabei helfe ich den Schüler*innen und erkläre ihnen im Einzelunterricht z.B. deutsche Grammatikregeln oder das kleine Einmaleins.

Meiner Erfahrung nach sind die Jugendlichen sehr konzentriert und motiviert beim Lernen und haben großes Interesse, ihre Deutsch- und Mathekenntnisse zu verbessern. Manche sind in ihrem Heimatland nur sehr wenig zur Schule gegangen und brauchen große Unterstützung beim Erlernen mathematischer Grundlagen wie Multiplikation und Division, Wissen, das in den Regelklassen vorausgesetzt wird. „Manche müssen erst einmal das Lernen lernen.“, hat mir die Lehrerin der Klasse erklärt. Auch das Schreiben ist nicht so einfach, viele Schüler*innen kommen aus Ländern mit arabischer Schrift und müssen als erstes die Buchstaben des deutschen Alphabets üben.

Erst letztens, kurz vor den Weihnachtsferien, kam ein neuer arabischsprachiger Schüler in die Klasse, der nur sehr wenig Deutsch verstand, sodass andere auch arabischsprachige Mitschüler*innen übersetzten mussten. Er war bisher nur wenig zur Schule gegangen und konnte nicht arabisch schreiben. Gleichzeitig sind andere Jugendliche schon 2 Jahre in der Willkommensklasse und möchten bald ihren A2 Deutsch Test bestehen. Auch der Altersunterschied (12-16) ist groß und somit haben die Jugendlichen ganz unterschiedliche Entwicklungsstände.

Dabei ist es gar nicht von einer einzelnen Lehrer*in zu leisten, die Schüler*innen individuell zu fördern. Frau Schneidereit ist seit Ende 2016 an der Schule und hat dort auch recht schnell die Willkommensklasse übernommen. Im Ausland hatte sie schon Deutsch als Fremdsprache unterrichtet und dies auch studiert. In der Schule bekommt sie oft Unterstützung von Schulhelfer*innen bei ihrem Unterricht.

Damit aber auch manchmal gemeinsamer Unterricht stattfinden kann, schaut die Klasse öfters die Logo Kindernachrichten zusammen und spricht danach darüber. Das tut der Gemeinschaft gut. Und es sei schön zu sehen, wie sich manche entwickelten, erzählte mir Frau Schneidereit. „Ein Junge konnte am Anfang kein Deutsch und jetzt ist er der Beste in der Klasse.“

Seit Juni 2020 hat Giresse Dako, der Jugendleiter von Visioneers, regelmäßig Workshops in der Willkommensklasse zu verschiedenen wichtigen Themen veranstaltet, die nicht im Unterricht behandelt werden. Er sprach mit den Schüler*innen in mehreren Workshops über Rassismus und Diskriminierung und wie man damit umgeht sowie über Sicherheit in digitalen Medien und Falschnachrichten. Außerdem war Religion ein Thema, es wurde über das Judentum, Christentum und den Islam und ihre Gemeinsamkeiten sowie Unterschiede gesprochen. Durch die Vermittlung von Wissen über andere Religionen und das Aufzeigen von Gemeinsamkeiten wurden Vorurteile abgebaut und ein Beitrag zur Prävention von Radikalisierung und Antisemitismus geleistet.

Die Beteiligung an den Workshops und die Rückmeldungen der Jugendlichen haben deutlich gezeigt, dass sie viel Neues lernen konnten und auch Spaß an den Workshops hatten. Manche Jugendlichen sind über diese Workshops auch auf andere Angebote von Visioneers aufmerksam geworden und haben z.B. an Angeboten unseres Jugendtreffs oder an den Ferienschulen teilgenommen. Gefördert waren die Workshops durch die Landesstelle für Gleichbehandlung – gegen Diskriminierung.

Während der aktuellen Schulschließungen versucht die Lehrerin, über WhatsApp und Zoom Kontakt zu ihren Schüler*innen zu halten, auch hier macht sie Einzelstunden mit ihnen, um den Jugendlichen angemessene Aufgaben geben zu können. Jede Woche gibt es eine Zoom-Stunde, die mit allen zusammen abgehalten wird, damit sich alle gegenseitig über ihre Lernstrategien zuhause und wie es ihnen sonst so geht austauschen können. Auch ich versuche während der Homeschooling Zeit die Schüler*innen weiterhin zu unterstützen.

Ich hoffe, dass die Schulen bald wieder öffnen können und ich wieder jeden Dienstag meine Unterstützung vor Ort einbringen kann. Denn natürlich merkt man auch hier, wie die Einschränkungen den Lernprozess behindern.

Wir würden uns sehr über Ihre Unterstützung für weitere Projekte auch in diesem Jahr freuen! Überweisen Sie gerne auf unser allgemeines Spendenkonto:

So, da bin ich also wieder nach einem Drittel meines Jahres hier in Berlin! In der Zwischenzeit ist einiges passiert! Ich durfte die Herbstferienschule miterleben, habe an meinem Einstiegsseminar vom Freiwilligendienst teilgenommen, im Projekt Mobile-Jugend-Lernhilfe.Jetzt meine Nachmittage verbracht und ganz nebenbei einige tolle Freundschaften geschlossen!

Aber alles der Reihe nach:

Den September über habe ich durch die Mobile-Jugend-Lernhilfe.Jetzt die Bewohner:innen des Luisenstifts im Alter von 14 bis 17 Jahren bei schulischen Aufgaben betreut und gemerkt, wie viel Spaß mir dieser enge, tägliche Kontakt zu den Jugendlichen bereitet! Auch für die administrativen Aufgaben im Hintergrund, das Pflegen der Social Media Kanäle und interne Abläufe im Büro habe ich langsam ein Gespür entwickelt und mich immer vertrauter mit der Bearbeitung unterschiedlichster Aufgaben gefühlt.

Nach diesem September folgte ein aufregender Oktober, denn für mich ging es am 11. dieses Monats los, auf eine Reise nach Schmölen, wo mein Einstiegsseminar des Freiwilligendienstes stattfand. An diesem Seminar nahmen also ungefähr 25 Menschen gemeinsam mit mir teil, die ebenfalls einen Freiwilligendienst absolvieren und dementsprechend teilten wir nicht nur viele Interessen, sondern konnten uns auch wunderbar über unsere Erfahrungen austauschen! Ich freu mich auf unser nächstes Zusammentreffen und bin gespannt welche neuen Geschichten wir dann zu erzählen haben!

Auch die Herbstferienschule fand im Oktober statt, wobei sich die erste Woche leider mit meinem Seminar überschnitt, allerdings durfte ich die zweite Woche miterleben und war begeistert: Die Jugendlichen waren sehr motiviert Deutsch zu lernen, Gabriel, mein Mitfreiwilliger, und ich haben für die ganze Gruppe gekocht und auch das Nachmittagsprogramm hat nicht nur den teilnehmenden Jugendlichen Spaß gemacht! Freundschaften wurden geschlossen und einige Gesichter sehe ich hoffentlich auch in der nächsten Ferienschule wieder!

Im November sind für mich neben der täglichen schulischen Begleitung im Luisenstift noch weitere Nachhilfeschüler:innen zu mir ins Büro gekommen, denen ich Mathe- und Deutschnachhilfe erteile und ich habe mein eigenes Zimmer fertig eingerichtet. Auf allen Ebenen fühle ich mich inzwischen in Berlin und bei Visioneers angekommen und angenommen, verstehe mich sehr gut mit meinem Team und bin sehr gespannt, was die Zukunft noch bringt!

Die Visioneers Weihnachtsfeier für Jugendliche war ein Ferienabend voller Geschnatter. Ich habe es wirklich genossen diese geflüchteten Jugendlichen während eines gemeinsamen Essens und eines informellen Vortrags von dem Visioneers Kassenwart und freiwilligen Helfer Robert Madularu kennenzulernen. Der Zweck dieser Veranstaltung am 26.12.2015 war es, den Flüchtlingen andere Leute in ihrem Alter und Mitgliedern der Gemeinde in Wannsee vorzustellen und willkommen zu heißen.

Die Geflüchteten, die ich getroffen habe, kamen ursprünglich aus Syrien, Afghanistan, Albanien, dem Libanon und dem Irak. Die meisten von ihnen wohnen in der Wannsee Heim. Diese Unterkunft beherbergt zurzeit 72 minderjährige, unbegleitete Flüchtlinge und Visioneers beabsichtigt noch mehr ansprechende Veranstaltungen für sie zu organisieren.

Die Weihnachtsfeier war definitiv eine super Gelegenheit für die jungen Erwachsenen neue Leute kennenzulernen. Als sie die Kirchenhalle betraten, in der die Veranstaltung stattfand, schienen sie aufgeregt und manche ein bisschen schüchtern. Die freiwilligen Visioneers fingen schnell an mit den Flüchtlingen in Kontakt zu treten, um eine spaßige und entspannte Atmosphäre aufzubauen. Der Großteil der Flüchtlinge konnte weder Englisch noch Deutsch, sodass die Kommunikation sich oft etwas schwierig gestaltete. Die jungen Erwachsenen konnten jedoch sehr gut mit ihren Handys umgehen und übersetzten somit schnell zwischen ihrer Muttersprache und dem Deutschen. Natürlich war die Kommunikation nicht perfekt und immer etwas verzögert, aber wir füllten die komischen Pausen mit Gelächter und Witzen. Da ich schon immer Arabisch lernen wollte, war mein absoluter Höhepunkt des Abends, dass ein Flüchtling anbot mir Arabisch beizubringen, wenn ich ihm im Gegenzug Deutsch beibringe.

Ein etwas ernsteres Thema war das Hauptereignis des Abends: Robertss Vortrag. Er sprach über das Thema des Aufwachsens und die Herausforderungen, mit denen viele Jugendliche dabei konfrontiert werden. Er erzählte von seinen eigenen Erfahrungen und Schwierigkeiten, welche für das Publikum gut nachvollziehbar waren. Die informelle Rede war zugänglich, unterhaltsam und zeitlich gut angepasst. Sie beinhaltete Anschauungsmaterial und Musik und wurde natürlich live für die Flüchtlinge übersetzt. Zusätzlich wurden sie dazu eingeladen sich mit Fragen und Kommentaren einzubringen.

Nach der Ansprache aßen wir alle zusammen Pizza und Weihnachtskekse. Die Flüchtlinge erhielten auch noch kleine Weihnachtsgeschenke und spielten Kicker und Tischtennis. Außerdem konnten wir auch einige nette Momente draußen am Lagerfeuer miteinander verbringen. Die ungewöhnlich warme Dezembernacht war voll mit positiven Emotionen und zwar sowohl bei den Freiwilligen als auch bei den Flüchtlingen.

Schick bitte eine E-Mail an blog@visioneers.io, wenn ihr euch für die Freiwilligenarbeit interessiert oder gerne für unseren Blog schreiben würdet. Wir freuen uns auf deine Unterstützung! : )

übersetzung: Lisa Chapman